U2 Sesión 5 Actividad 2 Análisis y abstracción de información. Elaboración de marco teórico de referencia.
U2 S5 A2: Análisis y abstracción de información.
Obesidad
femenina agravada por segregación de testosterona.
Introducción.
La
obesidad es un problema de salud muy grave no solamente en México, desde 1989 se ha considerado por la
Organización Mundial de la Salud (OMS) como una epidemia, que afecta ascendente
y progresivamente a todos los países y regiones, que aqueja por igual a etnias,
sexos y edades, y posee directa o indirectamente una predisposición hereditaria
(genética).
“La
obesidad junto con la diabetes, hipertensión arterial, dislipidemia (colesterol
y triglicéridos altos), enfermedad renal crónica y el tabaquismo, se agrupan en
las llamadas enfermedades crónicas no trasmisibles, que en su conjunto,
contribuyen a más de 80 % de las muertes, las mayores causas de discapacidades
y los costos sanitarios con repercusión sobre la sociedad, los sistemas de
salud, la economía y la política en general, por lo que resultan motivo de
preocupación primordial de todas las naciones.”
Guerra (2013).
Si
bien es cierto que la obesidad se debe en la mayoría de los casos y en gran
medida a hábitos alimenticios inadecuados, nutrición pobre y poca o nula
actividad física; los problemas endocrinos, como la producción de testosterona,
agravan ésta situación. Existen una gran variedad de trastornos originados en
el sistema endocrino, pero nos vamos a delimitar en la producción de
testosterona.
Ésta
situación se hace manifiesta en mujeres con sobrepeso u obesidad, con grasa
abdominal abundante, escaso cabello,
caída del mismo, cuero cabelludo graso, vello facial, cambios de humor
repentinos y extremos, depresión, etc. Por lo cual una paciente con éstas
características debe ser tratada de manera integral y no sólo por el
nutriólogo, a fin de dar solución a sus padecimientos.
La
obesidad es una enfermedad crónica que requiere tratamiento a largo plazo por
parte de especialistas, en un trabajo interdisciplinario, así como gran sentido
de prevención y compromiso del paciente, que permita disminuir su ingesta
energética e incrementar la actividad física sistemática, que son las bases del
tratamiento. En ciertas circunstancias existen fármacos y en casos extremos, la
cirugía.
El
compromiso del paciente es lo más difícil de conseguir, pues el cambio de
hábitos alimenticios y de ejercicio de manera permanente es logrado por muy
pocos. Es más fácil sucumbir a los placeres de una alimentación altamente
calórica y evitar la fatiga del ejercicio físico.
Marco teórico de referencia.
La
obesidad se define como una enfermedad crónica caracterizada por un incremento
patológico de grasa corporal que se asocia a un mayor riesgo para la salud. Es
provocada por un elevado aporte calórico, reducción de gasto energético o la
combinación de ambas características.
La
obesidad se considera enfermedad y factor de riesgo para el desarrollo de otras
enfermedades crónicas. Representa el segundo motivo de muerte prevenible (la
primera es el tabaquismo), representa elevados costos socioeconómicos y aun así,
según expertos, no recibe la suficiente atención por parte de gobiernos,
instituciones y de la sociedad.
El
tejido adiposo abdominal donde el perímetro de cintura para hombres sea >102
cm y >88 cm para mujeres representa un factor de riesgo para la presentación
del síndrome metabólico, que se
define como el factor de riesgo para generar un conjunto de enfermedades
cardiovasculares y/o diabetes mellitus.
La
obesidad de tipo androide donde la mayor parte del sobrepeso y grasa se
acumulan en la parte central del cuerpo, es asociada a enfermedades crónicas
como hipertensión arterial (HTA), diabetes mellitus tipo 2 (DM2) e insulino
resistencia (IR), colelitiasis, hígado graso no alcohólico (HGNA),
dislipidemia, cardiopatía coronaria, cáncer, enfermedades respiratorias,
psiquiátricas y osteoarticulares, mismas que reducen las expectativas y calidad
de vida, y que como ya se ha mencionado, representan un serio problema para la
salud en todo el mundo.
El
tejido adiposo abdominal no sólo almacena grasa, sino que también secreta
hormonas que modifican el metabolismo, así como la segregación y regulación de
varias hormonas. Hay trastornos hormonales relacionados con el incremento del
tejido adiposo, mismo que actúa como modulador o disrruptor de la fisiología
endocrina, especialmente en la generación de irregularidades en la producción
de cortisol, andrógenos, hormona de crecimiento y alteración del eje tiroideo.
Braudrand (2010).
- · Anomalías en la función endocrina.
La
obesidad está asociada a importantes anomalías en la función endocrina. El
tejido adiposo es considerado un órgano endocrino con secreción hormonal, en
las mujeres, la obesidad abdominal se asocia al hiperandrogenismo (que es
resultado del síndrome de ovario poliquístico) y a niveles disminuidos de proteína
transportadora de hormonas sexuales (que provoca alta generación de
testosterona). Álvarez Castro (2011)
El
síndrome de ovario poliquístico (SOP) es el desorden endocrino más común en
mujeres jóvenes, en edad reproductiva y se asocia a la resistencia a insulina,
obesidad y diabetes mellitus. Las mujeres con SOP presentan también problemas
del metabolismo de carbohidratos, obesidad e índices altos de testosterona. Del
Río (2006).
Se
define al SOP como un desorden endocrino-metabólico que acarrea una disfunción
ovulatoria causada por hiperandrogenismo (mujeres con acné, alopecia e
hirsutismo o vello facial) y/o hiperandrogenemia (producción excesiva de
hormonas masculinas –testosterona-) lo cual altera también el ciclo hormonal
femenino, siendo una variación común en mujeres en edad fértil, con una
prevalencia entre 5 y 10%.
La
disfunción ovulatoria provocada por el SOP se manifiesta por ciclos irregulares
o anavulatorios, ovarios poliquísticos, variaciones en el estado emocional y reducción
de la fertilidad. Debido a la producción elevada de testosterona puede aparecer
acné, vello facial, cabello y piel grasa, tendencias compulsivas, cambios
antropométricos y alopecia androgénica (caída del cabello o calvicie femenina).
Del
Río nos dice que las mujeres que presentan obesidad de estratos medio bajo y
bajo, fluctúa entre el 38 y 87% de la población; en tanto que las mujeres
jóvenes de estrato socioeconómico medio-alto es de apenas 6%. Debido principalmente
a que tienen acceso y optarían por una alimentación más equilibrada y a una
mayor actividad física.
- · ¿Cuando hablamos de sobrepeso y de obesidad?
Para
calcular el Índice de Masa Corporal (IMC) se divide el peso en kilos ente la
estatura en metros al cuadrado; si por ejemplo una mujer que mida 1.65 m y pese
72 kg, la estatura se eleva al cuadrado obteniendo 2.72, y el peso se divide
entre el cuadrado de la estatura (72/2.72=26.47). Dando un IMC del 26.47% que
correspondería según la tabla de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a sobrepeso.
Pongamos
otro ejemplo, mujer de 1.75 m y 124 kg, aplicando la misma fórmula 1.75 al
cuadrado igual a 3.06, (124/3.06=40.52) tendría un IMC de 40.52, que implica obesidad grado III. Lo cual es
ya muy peligroso para su salud.
Con
frecuencia escuchamos el término obesidad
mórbida, pero ¿qué es realmente?: la obesidad mórbida se define como un sobrepeso del 50 al 100% por encima del peso corporal ideal o 45 kg (100 lb) sobre el peso corporal ideal.
Si bien es cierto que no debemos aferrarnos a
lograr “un peso ideal” si lo es también que no deberíamos caer en los IMC en
amarillo y rojo. El peso que debemos poseer es aquel con que nos sintamos a gusto
y que variará según nuestra constitución física. A continuación una tabla con
los pesos promedio para mujeres, donde aparecen los pesos mínimos y máximos,
según la estatura, fisiología corporal: pequeña, mediana o grande.
Así
pues, siguiendo con los ejemplos citados, donde ambas mujeres son de constitución
grande, la primera que mide 1.65 m debiese pesar entre 56 y 64 kg, debiendo
bajar un mínimo de 8 kg.
En
tanto que la segunda que mide 1.75 m debiese pesar entre 63 y 71 kg,
recomendando que debiese bajar 53 kg. Lo cual es sumamente difícil, pues la
paciente ya entra en la clasificación de obesidad mórbida, según la definición
antes referida. Debiendo ser tratada de manera integral por un equipo
interdisciplinario: nutriólogo, endocrinólogo, entrenador físico y psicólogo.
Comentarios
Publicar un comentario